Tracing Japanese History via
World Heritage Sites
Historia de Japón a través del Patrimonio Mundial
«Bienvenidos al Patrimonio Cultural Mundial de Japón»
Los conjuntos arquitectónicos y los yacimientos arqueológicos de un país revelan rasgos esenciales de su historia y de su sociedad.
Sin embargo, su selección requiere una objetividad basada en una evaluación académica rigurosa. Los sitios inscritos como Patrimonio Cultural Mundial por la UNESCO, elegidos tras exhaustivas investigaciones y debates con el consenso de 196 países, constituyen la selección más confiable.
Hasta agosto de 2024, existen 952 sitios de Patrimonio Cultural Mundial. Un promedio de casi cinco sitios por país. Una cifra que resulta razonable para comprender la historia de la humanidad en su conjunto.
Japón, compuesto por unas 14,000 islas como Hokkaidō, Honshū, Shikoku y Kyūshū, y con una superficie de aproximadamente 380,000 km², cuenta con 21 sitios inscritos como Patrimonio Cultural Mundial.
En total, ocupa el décimo lugar del mundo. Y, por cada 10,000 km², el decimotercer lugar. Los sitios del Patrimonio Cultural de Japón están distribuidos de manera uniforme por todo el territorio nacional, abarcando sin interrupción períodos que van desde hace 15,000 años hasta la década de 1950.
En número y distribución, son suficientes para reflexionar sobre las características históricas y sociales de Japón.
¿Qué rasgos podrá usted descubrir a partir de ellos? Aunque corremos el riesgo de sugerir una conclusión, creemos que, a medida que visite los sitios del Patrimonio Cultural Mundial de Japón, percibirá un rasgo singular.
La mayoría de los sitios del Patrimonio Cultural Mundial de Japón no son simples ruinas: siguen “vivos” en la actualidad. No solo conservan su forma; continúan utilizándose sin desviarse sustancialmente de su propósito original.
En los «Monumentos budistas de la zona de Hōryū-ji», conocidos como las estructuras de madera más antiguas del mundo, la fe que se practica desde hace 1,400 años sigue vigente hoy en día.
Incluso aquellos sitios que fueron destruidos por desastres o conflictos han sido reconstruidos y restaurados. Esto se debe a que muchos de los bienes culturales de Japón son de madera, y la reconstrucción y conservación forman parte de su premisa histórica.
Este libro ha sido redactado por la «Asociación para la Cooperación Regional del Patrimonio Cultural Mundial», formada por 66 ciudades, distritos y municipios que albergan dichos sitios.
Hemos optado por presentar los sitios siguiendo, en términos generales, el orden cronológico de su aparición histórica; sin embargo, al priorizar la concisión, es posible que haya partes algo simplificadas.
Tampoco hemos podido incluir fotografías de paisajes espectaculares.
Si siente que algo falta, le invitamos a llenar ese vacío a través del diálogo con las personas de las 66 regiones que, pese a innumerables dificultades, continúan protegiendo y transmitiendo el valor de su Patrimonio Cultural Mundial.
Ese diálogo es, precisamente, el primer paso para que, junto con las personas de todo el mundo, protejamos la historia de Japón y de la humanidad, y construyamos el futuro.

Yacimientos prehistóricos del periodo Jomon en el norte de Japón
Esta zona del norte de Japón contaba con ricos recursos arbóreos y acuáticos, con bosques caducifolios de hojas anchas en los que abundaban los árboles con frutos secos, así como con unas condiciones de pesca ideales gracias a la intersección de las corrientes cálidas y frías de la costa. Hace unos 15.000 años y durante más de diez milenios, fue el hogar de tribus sedentarias de cazadores, pescadores y recolectores que crearon objetos de cerámica. Se trata de una serie de yacimientos clave para entender cómo vivían los humanos antes de la agricultura en el noreste de Asia.

Isla sagrada de Okinoshima y sitios relacionados en la región de Munakata
El culto tradicional a los dioses consagrados en Okinoshima se desarrolló durante un período de gran comercio marítimo con Asia Oriental hace más de mil años. La fe en las tres diosas Munakata de los santuarios Okitsu-miya, Nakatsu-miya y Hetsu-miya es la prueba de que esta viva tradición de rezar por la seguridad en el mar ha pasado de generación en generación hasta nuestros días.

Conjunto de ‘kofun’ de Mozu-Furuichi - Túmulos funerarios del antiguo Japón -
Desde mediados del siglo III, se empezaron a construir en Japón estos túmulos, denominados “kofun”. Desde finales del siglo IV hasta la segunda mitad del siglo V en concreto, aparecieron extensos túmulos en forma de ojo de cerradura de más de 300 metros de longitud en la llanura situada junto a la bahía de Osaka. Este grupo de túmulos representa unos niveles excepcionales de conocimientos de ingeniería civil y un periodo único en la historia japonesa conocido como el Periodo Kofun.

Monumentos budistas de la región de Horyu-ji
El budismo llegó a Japón desde el continente en el siglo VI. El Templo Horyu-ji, construido a principios del siglo VII, es el templo más representativo de esa época, y se conoce por tener las edificaciones de madera más antiguas en el mundo. Junto con el castillo Himeji-jo, son los primeros monumentos designados Patrimonio Cultural de la Humanidad en Japón.

Sitios sagrados y rutas de peregrinación de los Montes Kii
Desde la antigüedad, en Japón se cree en la presencia divina en la naturaleza. Los Montes Kii son una región montañosa de difícil acceso considerada “Tierra Sagrada" y desde el siglo VII, o quizás desde antes, se convirtió en lugar de peregrinación con el fin de conseguir la fuerza mística que se esconde en su naturaleza.

Monumentos históricos de la antigua Nara
La cultura de Japón avanzó enormemente en la antigüedad po el intercambio con el continente. A principios del siglo VIII Nara se convirtió en la capital (Capital Heijo-kyo), y se construyó una base importante del estado y la cultura. El Patrimonio Cultural de la Humanidad en Nara son 6 templos y santuarios, el Palacio Heijo y el Bosque de Kasugayama.

Monumentos históricos de la antigua Kyoto(ciudades de Kyoto, Uji y Otsu)
A finales del siglo VIII la capital se trasladó desde Heijo-kyo (actual ciudad de Nara) a Nagaoka-kyo, y después a Heian-kyo (actual ciudad de Kyoto). Desde entonces y hasta hoy, durante más de 1.200 años, Kyoto es el centro de la cultura de Japón. El Castillo Nijo y 16 templos y santuarios están registrados como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Fujisan, lugar sagrado y fuente de inspiración artística
El monte Fuji (Fujisan), registrado como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2013, entró en erupción en repetidas ocasiones en el pasado y, con el fin de calmarlo, durante el siglo IX se construyó un santuario al pie del monte. Posteriormente, durante el período Edo, el montañismo religioso se hizo muy popular entre el pueblo. Se crean además numerosas obras artísticas: pinturas ukiyoe, etc., con el tema del monte Fuji.

Santuario sintoísta de Itsukushima
Desde el siglo XII, el protagonismo de la época se trasladó desde la nobleza a los samurai. El santuario sintoísta de Itsukushima fue construido por los poderosos de esa época. Construido sobre del agua, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por estar dedicado a la adoración de las montañas como divinidad, por ser una construcción que permite comprender las características del espacio religioso y del sentido estético de Japón, etc.

Hiraizumi - Templos, jardines y sitios arqueológicos representativos de la Tierra Pura budista -
En el siglo XII, en la región de Tohoku, alejada de Kyoto, se construyó Hiraizumi, un lugar utópico que representaba la Tierra Budista Pura, una ciudad que se fundamentaba en el pensamiento de intentar construir una sociedad en paz.
Principalmente por sus jardines, que se fusionan con la naturaleza, es el lugar de Japón que ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad más recientemente. Registrado como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2011.

Sitios Gusuku y bienes culturales asociados del Reino de las Ryukyu
En el siglo XV, se fundó en Okinawa el Reino de las Ryukyu. Desde entonces mantuvo intercambios económicos y políticos con China, Japón, Corea y países del sudeste asiático. Hay 9 lugares incluidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad, 5 restos de castillos y restos que han transmitido hasta nuestros días la religión tradicional de Okinawa, la cual engloba la adoración a la naturaleza y la adoración a los antepasados.

Minas de plata de Iwami Ginzan y su paisaje cultural
Durante el siglo XVI, en Japón se sucede un período de guerras mientras el resto del mundo se dirige hacia la era de los descubrimientos. En esa época, una tercera parte de la plata que circulaba por el mundo procedía de Japón, y se dice que la mayor parte de ésta se producía en Iwami. Las minas de plata de Iwami Ginzan muestran vestigios de la producción de plata y la influencia en el intercambio entre la civilización oriental y la occidental, y asimismo, para su inclusión en el Patrimonio Cultural de la Humanidad se valoró su paisaje cultural en armonía con la naturaleza.

Himeji-jo
Desde el período de guerras de los siglos XVI y XVII hasta el período Edo, en Japón se construyeron numerosos castillos.
Entre esos castillos, el castillo Himeji-jo es de elevada integridad estética y el que mejor muestra la estructura defensiva de los castillos singular de Japón. El castillo Himeji-jo fue uno de los primeros monumentos designados Patrimonio Cultural de la Humanidad en Japón, junto con los monumentos budistas de la región de Horyu-ji.

Santuarios y Templos de Nikko
A principios del siglo XVII, finalizado el período de guerras, el centro político de Japón se traslada desde Kyoto a Edo (actual ciudad de Tokio). Nikkō Tosho-gu es un templo sintoísta edificado para venerar al primer shogun del Shogunato Tokugawa. Durante el período Edo, el cual continuó hasta mediados del siglo XIX, además del sistema Sakoku de cierre del país y de la estricta división de clases sociales, también se observó un desarrollo cultural único de las diferentes regiones.

Aldeas históricas de Shirakawa-go y Gokayama
La “construcción de Gassho-zukuri" (tejado de madera cubierto de pajas) se cree que empezó hacia el siglo XVII en los pueblos de Shirakawa-go y Gokayama, de nieve abundante. Su tejado muy inclinado y el eficiente aprovechamiento de los edificios para su uso como industria las convierten en especialmente singulares incluso comparando con otras zonas rurales de Japón. Asimismo, también por la necesidad de la colaboración de los ciudadanos en el mantenimiento/conservación fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Sitios de los cristianos ocultos en la región de Nagasaki
Desde el siglo XVII hasta el siglo XIX, el cristianismo estuvo prohibido en Japón, de manera que los cristianos japoneses tuvieron que convertirse en “cristianos ocultos” (senpuku kirishitan). Este Patrimonio de la Humanidad está lleno de lugares con una historia que contar y es especialmente interesante por las numerosas aldeas repartidas por la zona donde los cristianos ocultos trataron de convivir con otras religiones de distintas maneras como una forma de mantener su fe, o donde se trasladaron con el fin de mantener su organización religiosa.

Las minas de oro de la isla de Sado
A comienzos del siglo XVII, las minas de oro de la isla de Sado alcanzaron una de las mayores producciones de oro del mundo, y fueron inscritas en la lista del Patrimonio Mundial como evidencia material que representa la culminación de las técnicas tradicionales de producción aurífera. Gracias a tecnologías que evolucionaron en consonancia con las características del yacimiento, la producción de oro continuó durante más de 250 años. Además, en el lugar se realizaron todas las etapas del proceso, desde la extracción y fundición del oro hasta la fabricación de “kobanes” (monedas de oro), y se establecieron sistemas de gestión y organización laboral por parte del shogunato Tokugawa para incrementar la eficiencia artesanal. Estos aspectos fueron altamente valorados.

Fábrica de seda de Tomioka y sitios relacionados
Durante la segunda mitad del siglo XIX Japón se abrió al mundo, iniciándose su avance hacia la modernidad. La “Fábrica de seda de Tomioka y sitios relacionados”, registrados como Patrimonio de la Humanidad en 2014, son lugares emblemáticos de la innovación tecnológica que se derivó de los intercambios culturales con el mundo.
Gracias a la tecnología desarrollada en Japón para la producción en masa de seda cruda, la seda que había sido exclusiva de unos pocos privilegiados se extendió entre la gente de todo el mundo.

Sitios de la Revolución Industrial de la era Meiji en Japón: siderurgia, construcción naval y extracción de hulla
Durante los cincuenta años de la segunda mitad del siglo XIX Japón se modernizó también en el campo de la industria pesada.
En 2015, 23 sitios distribuidos por todo Japón de la herencia industrial relacionada con la industria del carbón, la construcción naval, la siderurgia e instalaciones relacionadas (canales, viviendas, academias, etc.), fueron registrados como Patrimonio de la Humanidad, incluyendo algunos sitios que todavía están operativos.

Memorial de la Paz en Hiroshima(Cúpula Genbaku)
El lanzamiento de la bomba atómica el día 6 de agosto de 1945 causó gran destrucción en sólo unos instantes, pero el esqueleto de hierro de una cúpula resistió y fue por esa forma que tenía que pasó a llamarse “Cúpula Genbaku". Se declaró Patrimonio de la Humanidad por ser un testigo de la historia que explica los estragos de la exposición a la radiación causada por el primer bombardeo atómico de la historia de la humanidad; y asimismo por ser un símbolo de la promesa de solicitar la destrucción total del armamento nuclear y la paz permanente.

Obra arquitectónica de Le Corbusier - Contribución excepcional al Movimiento Moderno -
Obra arquitectónica de Le Corbusier - Contribución excepcional al Movimiento Moderno Una de las partes que componen este lugar Patrimonio de la Humanidad es el Museo Nacional de Arte Occidental en el pabellón de Taito en Tokio. De las obras del arquitecto afincado en París Le Corbusier (1887-1965), hay diecisiete edificios en siete países (Francia, Japón, Alemania, Suiza, Bélgica, Argentina y la India) registrados en este lugar Patrimonio Cultural de la Humanidad.


